Cuando era solo una niña, pasaba gran parte de mi infancia
en las orillas del Guadalentín y unos de mis juegos favoritos era meterme entre su maleza y el fango de las orillas en busca y captura de un preciado
cangrejo. Seguro que más de uno se
siente identificado con esta anécdota y
muchas otras que ligaron nuestra infancia a este cauce.
El cangrejo autóctono el cual estaba muy buscado por su gran
sabor por todos los domingueros para hacer un buen arroz o para la venta en el
mercado del pueblo.Este custraceo era cada vez menos abundante y cotizado, por
lo que a algún lumbreras de la
administración se le ocurrió introducir
el cangrejo rojo.
Como todos sabéis el espectáculo fue grotesco, te podías
encontrar cientos de cangrejos autóctonos muertos en la orilla, a causa de una
enfermedad que les transmito el cangrejo americano.
En la actualidad no hay cangrejos autóctonos en el río, ya
que fueron liquidados con esta epidemia y solo de forma muy ocasional puedes
encontrar un cangrejo rojo en estado catatónico.
Lo que os quería decir con este ejemplo es que la
introducción de especies exóticas es muy peligroso porque acaba con las
especies locales y modifican el habitad del resto de especies que sobreviven.
En la actualidad esta fuente de vida y agua como es el
Guadalentín sufre serios problemas por la introducción de especies exóticas de
forma natural o por el hombre.
Uno de los casos más preocupantes son los cormoranes, a los
cuales mucha gente los llama garzas negras porque nunca los había visto y
tienen un tamaño similar.
Estas aves son marinas y se han adentrado en busca de una fuente
estable de alimentos (peces), debido a la sobrexplotación pesquera del mar se
están quedando sin alimento y migran.
Si no recuerdo mal
creo que, la primera imagen de unos de estas aves volando sobre esta zona es de
hace unos 10 años o más. Actualmente anidan en colonias en el embalse de la
Bolera que al quedárseles pequeño se están expandiendo río abajo del río
Guadalentín y del Guadiana Menor, algo
muy extraño porque son aves de aguas mansas.
Estas aves se alimentas de peces con un tamaño mediano por
lo que imaginad el gran daño que puede ocasionar. Si aumenta su población muy
pocos peces llegaran a ser adultos para reproducirse.
Como continuemos sin controlarlos solo tendremos peces pequeños como
calandinos, gobios y grandes monstruos infértiles de más de 4 kilos como los
barbos.
Desaparecerán de nuestras aguas las boas y los cachos, este
último todavía no he tenido el placer de verlo en estas aguas y me gustaría
poder verlo por muchos años más. Para que los únicos peces que veamos no sean
las truchas que traen en camiones a los cotos, habría que empezar a actuar.
Los pescadores de la zona deben de ser conscientes de estos
problemas y concienciarse que hay que luchar contra las especies exóticas como
los cormoranes y gaviotas. Además de tener muy claro que bajo ningún concepto
introduzcan peces depredadores como los
black blass, que ya están presentes en el embalse del Negratín y puede que nos
encontremos alguno de estos carnívoros en el Guadalentín devorando nuestros
peces autóctonos.
Quiero recordar a los gestores del coto intensivo de
Peralta, que este tiene una longitud de 8 km, siendo así uno de los cotos más
grandes de Andalucía y que deberían de fomentar su conservación íntegramente y
no solo desde el vado de la piscifactoría hasta el puente de la tía Canacá.
No es intención de alarmar, sino que todos mis paisanos sean
conscientes de los problemas a los que se enfrenta este cauce que ha visto
nacer a más de una familia poceña, para que todos tomen medidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario